jueves, 24 de septiembre de 2015

sábado, 15 de junio de 2013

Esta es la prueba más simple que DIOS existe.

Un joven que fue criado como ateo, estaba entrenando para Salto Ornamental a nivel olímpico. La única influencia religiosa que recibió en su vida le llegó a través de un amigo cristiano.
El deportista no prestó mayor atención a los sermones de su amigo, aunque los escuchaba con frecuencia. Una noche, fue a la piscina de la universidad a la que pertenecía.

Las luces estaban todas apagadas, pero como la noche estaba clara y la luna brillaba, había suficiente luz
para practicar. El joven se subió al trampolín más alto y cuando volvió la espalda a la piscina al filo de la rampa y extendió sus brazos, vio su propia sombra en la pared. La sombra de su cuerpo tenia la forma exacta de una cruz. En lugar de saltar, se arrodilló y finalmente le pidió a Dios que entrara en su vida. Mientras el joven permanecía quieto, el personal de limpieza ingresó y encendió las luces.
"HABÍAN VACIADO LA PISCINA PARA REPARARLA".
 Esta es la prueba más simple que DIOS existe.

CARTA DE UN PADRE A SU HIJO

Solo por hoy, en la mañana, voy a sonreír cuando vea tu rostro y reír cuando tenga ganas de llorar. Solo por hoy, en la mañana, no peleare contigo por la ropa que quieres ponerte o por cuanto tardas y la prisa que tengo, voy a sonreír y a decirte que luces grandios@.

Solo por hoy, pediré un día de descanso, o vacaciones, o haré las gestiones necesarias solo para llevarte al parque a jugar. Solo por hoy, al medio día, voy a dejar los platos en la cocina y voy a dejarte que me enseñes como armar un rompecabezas.

Solo por hoy, en la tarde, voy a desconectar el teléfono y a apagar la computadora, para sentarme junto a ti en el jardín para hacer burbujas de jabón. Solo por esta tarde, no voy a reclamarte ni siquiera a murmurar, cuando tu grites y llores cuando pase el carro de los helados, y voy a salir contigo a comprarte uno.

Solo por esta tarde, no voy a preocuparme sobre que va a ser de ti cuando crezcas y voy a pensar otra vez en todas las decisiones que haya hecho acerca de ti. Solo por esta tarde, te estrechare en mis brazos y te contare una historia acerca de cuando tu naciste, de la gran bendición que eres en mi vida y sobre todo de lo mucho que te quiero.

Solo por esta noche, te dejare salpicar en la tina y no me voy a enojar. Solo por esta noche, te dejare despierto hasta tarde, mientras nos sentamos en el jardín a contar las estrellas y a pedir deseos. Solo por esta noche, cuando pase mis dedos entre tu cabello mientras oras, simplemente daré gracias a Dios por el mayor regalo que he recibido.

Voy a pensar en las madres y en los padres que están ahora buscando a sus hijos extraviados; las madres y padres que visitan a sus hijos en sus tumbas en lugar de sus camas, y en las madres y padres que están en los hospitales mirando sufrir a sus hijos, gritando por dentro por no poder hacer nada más. Y cuando te de un beso de buenas noches te voy a estrechar un poco más fuerte y un poco más de tiempo, diciéndote a tu oído:… Hij@ Te Amo!

Así, agradeceré a Dios por ti y no le pediré nada, excepto, un día más. Comparte esto con otras mamas y papas o aun cuando no lo sean. Actualmente nuestras rutinas diarias nos absorben incluso al grado que olvidamos el hermoso regalo que Son Realmente Los Niños.
No podemos saber si Dios nos dará Un Día Más.
PD. Por grandes que sean… Un Te Amo los hace sentir tan bien como a ti te hará decírselo.

jueves, 13 de junio de 2013

CUATRO GRANDES LECCIONES

CUATRO GRANDES LECCIONES
1  La Lección Más Importante: AmaDurante el segundo mes de escuela de enfermeras, nuestro profesor nos dio un examen de sorpresa. Yo era una estudiante concienzuda y había encontrado todas las preguntas fáciles hasta leer la última:  "¿Cual es el primer nombre de la mujer que limpia la escuela?" Indudablemente esto era un chiste. Yo había visto a la señora varias veces. Era alta, trigueña, y en sus cincuentas, ¿pero como podría saber su nombre? Entregué mi papel dejando la última pregunta en blanco. Un poco antes que terminara la clase, un estudiante preguntó si la última pregunta contaría para el grado del examen. "Absolutamente," dijo el profesor. "En sus carreras, ustedes conocerán muchas personas. Todas son importantes. Ellas merecen su atención y cuidado, aunque lo único que hagan es sonreírles y decirles "hola". 
Esto es una lección que nunca se me ha olvidado. También aprendí que su nombre era Marta

Segunda Lección Importante: AmaUna noche de gran tormenta, a las 11:30 p.m., una señora mayor de raza negra estaba parada al lado de la carretera en el estado de Alabama. Estaba empapada por la lluvia. Se le había dañado el carro y desesperadamente necesitaba ayuda. Un joven blanco paró para ayudarla, algo que generalmente no ocurría en los años 1960 con sus conflictos raciales. El joven la llevó a un lugar más seguro, la ayudó a recibir asistencia, y le llamó un taxi. Ella lucía estar en un apuro muy grande, pero escribió su dirección y le dio las gracias. Siete días pasaron y alguien le tocó a la puerta al joven. Sorprendido le entregaron un televisor de color de consola. Una nota especial estaba pegada que decía:  

"Muchas gracias por su asistencia en la carretera la otra noche. La lluvia, no solo empapó mi ropa sino también mi espíritu. Entonces llegó usted. Gracias a su ayuda pude llegar al lado de mi esposo moribundo, justamente antes de que muriera. Que Dios lo bendiga por ayudarme y servir sin egoísmo a otros. Sinceramente, Sra. Nat King Cole  (Esposa del famoso cantante)

Tercera Lección Importante: AmaSiempre recuerda con gratitud a quienes te sirven. En los días cuando un refresco con helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entró a la cafetería de un hotel y se sentó en una mesa. Una camarera le puso un vaso de agua delante. 

-"¿Cuanto es un refresco con helado?" preguntó el niño.
-"Cincuenta centavos," respondió la camarera.
El niñito sacó su manito de su bolsillo y contó el menudo. "Bueno, ¿y cuanto es una copa de helado solo?" preguntó.
Habían más personas esperando por una mesa y la camarera estaba perdiendo su paciencia. "Treinta y cinco centavos", le respondió bruscamente.
El niñito de nuevo contó su menudo. "Por favor deme una copa de helado solo", dijo el niño.

La camarera le trajo el helado, le puso la cuenta en la mesa y se fue. El niñito terminó el helado, le pagó a la cajera y dejó su propina. Cuando la camarera regresó a la mesa, empezó a llorar mientras limpiaba la mesa. Allí al lado de la copa vacía de helado habían dos monedas de cinco centavos y cinco centavos sueltos.  El niño renunció al refresco para tener suficiente para la propina.

Cuarta Lección Importante: Ama

Hace muchos años, cuando yo trabajaba de voluntaria en un hospital, conocí una niñita llamada Liz que sufría de una enfermedad rara y seria. Su única oportunidad de recuperación era una transfusión de sangre de su hermanito de 5 años, quien se había salvado milagrosamente de esta misma enfermedad y había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatirla. El médico le explicó la situación al hermanito, y le preguntó que si estaba dispuesto a darle sangre a su hermana. Lo vi vacilar por solo un momento antes de respirar fuertemente y decirle, "Si, lo haré si se salvará." Mientras que progresaba la transfusión, el estaba acostado al lado de su hermanita y sonrió viendo como el color regresaba a sus mejillas. Entonces el niño se puso pálido y su sonrisa desapareció. Miró al doctor y preguntó con una voz temblorosa, "¿Moriré enseguida?" 
El niño había malentendido al médico; pensó que le tendría que dar toda su sangre a su hermana para salvarla y que entonces el moriría. 

-Autor desconocido

miércoles, 12 de junio de 2013

EL RETRATO DE MI HIIJO

Un  hombre rico y su hijo tenían gran pasión por el arte. Tenían de todo en su colección; desde Picasso hasta Rafael. Muy a menudo, se sentaban juntos a admirar las grandes obras de arte, desgraciadamente, el hijo fue a la guerra.
 Fue muy valiente y murió en la batalla mientras rescataba a  otro soldado. El padre recibió la noticia y sufrió profundamente  la muerte de su único  hijo.
 Un mes mas tarde, justo antes de la  Navidad, alguien toco a la puerta. Un joven con un gran paquete en  sus manos dijo al padre: Señor, usted no me  conoce, pero yo soy el  soldado por quien su hijo dio la vida. El salvo muchas vidas ese día, me estaba llevando a un lugar seguro cuando una bala  le atravesó el pecho,  muriendo así instantáneamente. 
El hablaba muy a menudo de usted y de su  amor por el arte. El muchacho  extendió los brazos para entregar el  paquete: "Yo se que esto no es  mucho.
Yo no soy un gran artista, pero creo  que a su  hijo le hubiera gustado que usted recibiera esto."
El  padre abrió el paquete. Era un retrato de su hijo, pintado por el joven soldado. El contemplo con profunda admiración la manera en  que  el soldado  había capturado la personalidad de su hijo en la pintura.
 El padre estaba tan atraído por la expresión de los ojos de su  hijo que los suyos propios se arrasaron de lagrimas. Le  agradeció al joven soldado y ofreció pagarle por el cuadro. "Oh no,  Señor, yo nunca podría pagarle lo que su hijo hizo por mí. Es un  regalo."
El padre colgó el retrato arriba de la repisa de su  chimenea. Cada vez que los visitantes e invitados llegaban a su  casa, les mostraba el retrato de su hijo antes de mostrar su  famosa galería. El hombre murió unos meses mas tarde y se anuncio  una subasta con todas las pinturas que poseía.
 Mucha gente  importante e influyente acudió con grandes expectativas de hacerse con un  famoso cuadro de la colección. Sobre la plataforma estaba el retrato del  hijo. El subastador golpeo su mazo para dar inicio a la subasta. "Empezaremos los remates con este retrato del hijo, quien ofrece por este retrato?"  
Hubo un gran silencio. Entonces una voz del fondo de la habitación grito:
“Queremos  ver las pinturas famosas, Olvídese de esa".  Sin embargo el subastador  persistió: "¿Alguien ofrece algo por esta pintura? ¿$100.00?  ¿$200.00?" 
Otra voz grito con enojo: "No venimos por esa pintura,  Venimos por los Van  Goghs, los Rembrandts. Vamos a las ofertas de verdad" Pero aun así el subastador continuaba su labor: "El Hijo, El  Hijo, ?Quién se lleva El hijo?"
 Finalmente una voz se oyó desde atrás, era el  viejo jardinero del padre y del  hijo. Siendo un hombre muy  pobre, era lo único que podía  ofrecer.
  "Tenemos $10 ¿Quién da $20?",  Grito el subastador." La multitud se estaba enojando mucho. No querían la pintura de "El Hijo". Querían las que  representaban una valiosa inversión para sus propias colecciones.
 El  subastador golpeo por fin el mazo: "Va una, van dos, VENDIDA por $10"
 “Empecemos con la colección!", grito uno. El subastador soltó  su mazo y dijo: "Lo siento mucho, damas y caballeros, pero la subasta llego a su  final"
 "Pero, ¿y las pinturas?", dijeron los  interesados "Lo siento" Contesto el subastador "Cuando me  llamaron para conducir esta subasta, se me dijo de un secreto estipulado en  el testamento del dueño."   Yo no tenia permitido revelar esta estipulación  hasta este preciso momento.  
Solamente la pintura de "EL HIJO" seria  subastada.  Aquel que la aceptara heredaría absolutamente todas las  posesiones de  este hombre, incluyendo las famosas pinturas. El  hombre que acepto quedarse con "EL HIJO" se queda con TODO".

domingo, 9 de junio de 2013

Tengo muchos puentes por construir

EL CARPINTERO

"Yo pues, preso en el Señor, os ruego que anden como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándose con paciencia los unos con los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;..." Efesios 4,1-4

No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas adyacentes cayeron en un conflicto. Este fue el primer conflicto serio que tenían en 40 años de cultivar juntos hombro a hombro, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes en forma continúa. Esta larga y beneficiosa colaboración terminó repentinamente. Comenzó con un pequeño mal entendido y fue creciendo hasta llegar a ser una diferencia mayor entre ellos, hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio. Una mañana alguien llamó a la puerta del hermano mayor, al abrir la puerta, encontró a un hombre con herramientas de carpintero. "Estoy buscando trabajo por unos días", dijo el extraño, "quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda ser de ayuda en eso". "Si", dijo el mayor de los hermanos, "tengo un trabajo para usted".
 "Mire al otro lado del arroyo, aquella granja, ahí vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor. La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros y él tomó su buldózer y desvió el cauce del arroyo para que quedara entre nosotros. Bueno, el pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor. ¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero? Quiero que construya una cerca, una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca mas." El carpintero le dijo: "Creo que comprendo la situación. Muéstreme donde están los clavos y la pala para hacer los hoyos de los postes y le entregaré un trabajo que lo dejará satisfecho." El hermano mayor le ayudo al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja por el resto del día para ir por provisiones al pueblo. El carpintero trabajo duro todo el día midiendo, cortando, clavando. Cerca del ocaso, cuando el granjero regresó, el carpintero justo había terminado su trabajo. El granjero quedó con los ojos completamente abiertos, su quijada cayó. No había ninguna cerca de dos metros. En su lugar había un puente, un puente que unía las dos granjas a través del arroyo. Era una fina pieza de arte, con todo y pasamanos. En ese momento, su vecino, su hermano menor, vino desde su granja y abrazando a su hermano le dijo: "Eres un gran tipo, mira que construir este hermoso puente después de lo que he hecho y dicho". Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando vieron que el carpintero tomaba sus herramientas.

"¡No, espera!", le dijo el hermano mayor, "quédate unos cuantos días. Tengo muchos proyectos para ti" "Me gustaría quedarme", dijo el carpintero, "pero tengo muchos puentes por construir".